La tecnología principal de los proyectores DLP consiste en generar imágenes reflejando la luz a través de millones de microespejos controlados independientemente. Se dividen principalmente en sistemas DMD de un solo chip, de dos chips y de tres chips, ideales para dispositivos portátiles, pantallas integradas y escenarios de alto brillo, abarcando aplicaciones en educación, cine en casa, grandes espacios y otras.

El dispositivo utiliza un diseño de trayectoria óptica cerrada para reducir la interferencia del polvo y ofrece alto contraste, respuesta rápida (16 microsegundos) y tamaño compacto. La generación de color se basa en la división del haz de la rueda de color o en la tecnología de chip independiente tricolor, y admite resoluciones de 1080p a 8K, con un brillo que varía de 3000 lúmenes para uso doméstico a 50 000 lúmenes para ingeniería [4]. Las innovaciones del producto incluyen fuentes de luz LED (menores costes de mantenimiento), pantallas 3D (frecuencia de actualización de 120 Hz) y microproyecciones (integración en dispositivos portátiles). El sector educativo se basa en la alta definición y la interacción 3D para optimizar la enseñanza y el aprendizaje, y el mercado profesional logra proyecciones de área ultragrande mediante sistemas multichip.

La imagen es nítida y la cuadrícula de píxeles no es evidente. Alto contraste, negros más profundos e imágenes con más capas. Estructura sellada, resistente al polvo y con una vida útil relativamente larga. Tiempo de respuesta rápido; las imágenes dinámicas (por ejemplo, al ver eventos deportivos o jugar videojuegos) son más fluidas.